Según los pensamientos que dominen tu día a día podría decirse que eres una persona positiva o negativa. Algo que sin duda debes tener en cuenta a la hora de hablar en público si quieres hacerlo con éxito. La importancia de conocer y dominar aquello que pasa por nuestra mente, esos pensamientos recurrentes, las creencias limitantes y el diálogo interior, determinarán en un gran porcentaje que nuestra exposición sea adecuada. Por eso, ten en cuenta estos 4 errores a evitar a la hora de hablar en público:
1) Desapégate del resultado. Por supuesto que es comprensible que quieras realizar una buena conferencia, presentación o exposición pública, pero de entrada, no centres el foco en ese aspecto. Eso te causará todavía más presión, estrés, y alimentarás los miedos y las inseguridades. Si quieres evitar situaciones incómodas como empezar a sudar, temblar o perder la voz, no caigas en los extremos del estilo “Lo hago bien” o “Lo hago mal”. El resultado es un conjunto de varios elementos. Prepárate según tu objetivo y pon el foco en lo importante: tu público.
2) Cuida tu diálogo interior. Me gusta remarcar el trabajo interior que hay que hacer para aprender a comunicar eficazmente, algo que trato con mayor profundidad en mis mentorías. ¿Qué tipo de pensamientos pasan por tu cabeza cada vez que tienes que hablar en público? ¿De dónde proceden esas creencias negativas que te están limitando?
El diálogo interior es esa voz que escuchas continuamente y te acompaña a todas partes. Debes ser consciente de que nuestra mente se puede convertir en nuestro principal enemigo si no eres capaz de dominarla en esos momentos que requieren tanto de nuestra parte. Si antes de salir a escena estás repitiéndote frases del tipo: “No puedo, “Soy incapaz”, “No valgo para esto” o “Estoy muy nervioso”, lo único que vas a hacer es darle el poder a tu mente y que los miedos te roben todo el protagonismo. Debes aprender a cortar esos pensamientos de manera tajante.
3) Olvídate del qué pensarán los demás. Céntrate en ti y en dar lo mejor ti mismo cuando hables en público. Evita pensar si gustarás o no a la audiencia, si les gustará o no el contenido, si les caerás bien o no. Esta práctica también aumentará considerablemente tus nervios y tu presión en el escenario. Una de las cosas que más se valora en un orador es la autenticidad. Sé tú mismo, actúa con naturalidad, y conectarás más y mejor con tu público.
4) Deja de lado el perfeccionismo. Sé que muchos sufrimos esa necesidad de hacerlo todo perfecto, sin embargo, es algo a lo que te animo desde ya a dejar de lado. Nada supone más estrés escénico que la perfección. ¿Alguna vez diste una conferencia desastrosa? ¿Te quedaste en blanco en un momento clave? ¡Bienvenido al club! Nadie que se expone públicamente está libre de vivir alguna de esas situaciones. E imagino que si estás leyendo este post, pudiste superarlo. Relativiza las cosas y tómalas como algo natural. No generalices tampoco, si una vez no salió bien, ahora tienes una nueva oportunidad para hacerlo mejor.
Aprender a hablar en público de forma eficaz requiere de técnicas, y sobre todo, de mucha práctica. Si eres capaz de gestionar tus emociones y dominar a tu mente, lo tienes fácilmente todo ganado. No dejes que los miedos y las dudas ganen esa batalla, porque de esa manera, evitarás esa exposición y convertirte en un gran comunicador. Y la comunicación, te abre todas las puertas de tu vida.
(Todos los derechos reservados. Esta obra está protegida por las leyes de copyright y tratados internacionales. Identificador 2007274867832)