El liderazgo es imprescindible en toda empresa, grupo y equipo para que se llegue a buen puerto. Se entiende como la capacidad que tiene una persona de influir sobre otras para lograr unas metas y objetivos comunes que satisfacen necesidades reales. Muchas veces nos preguntamos qué comportamientos, rasgos y habilidades deberían tener los líderes para ser efectivos y eficientes. En este post vamos a hablar de 7 características de un buen líder.
1) Inspiración. El líder es una persona modelo a seguir, por eso inspira a los demás. Si no eres ejemplo, no puedes exigir a tu equipo de trabajo. Si te involucras al 100% en tu proyecto y en tu grupo, quienes formen parte de él lo harán también.
2) Empatía. Debes saber ponerte en los zapatos del otro y tratar de entender a cada miembro del equipo. Para eso es clave trabajar la escucha activa. Dedica un tiempo a la semana para conversar para comprender cuál es la realidad en cada momento.
3) Habilidades comunicativas. Todavía me sorprende la falta de comunicación que existe hoy en las empresas y en los equipos de trabajo. Los jefes o líderes deben formarse y dominar el arte de la oratoria para ponerla en práctica en sus lugares de actividad. Es tu responsabilidad conocer qué ocurre en cada momento, cómo se encuentra cada empleado, qué funciones desempeña y su nivel de motivación. Solo así puede funcionar correctamente una empresa para mantener un buen ambiente laboral. Cuando esto no ocurre se respira caos organizativo y relaciones tóxicas dentro del equipo.
4) Vigila el tono de voz. Muchos jefes tienden a utilizar un tono alto para transmitir autoridad. No caigas en ese error. Las culturas del miedo espantan a los buenos empleados e impiden desarrollar sus competencias. Otros apostarán por el conformismo. El respeto debe estar presente en todo tipo de relaciones.
5) Hacer sentir importante al otro. Tan sencillo cómo escucharle, tomar en cuenta posibles recomendaciones y mejoras; y hacerle partícipe de los procesos internos. De esta manera, conseguiremos una mayor implicación.
6) Premiar a los buenos empleados. Si una persona de tu equipo realiza adecuadamente sus funciones, cumple sus objetivos, aporta mejoras y aumenta la productividad de la empresa, lo lógico es recompensarle. No solo hablamos de términos salariales o ascensos, también del salario emocional, cada vez más presente. Disponer de la opción de teletrabajar, flexibilidad horaria, apostar por la conciliación, contar con tickets restaurante o aparcamiento gratuito, son otras maneras de premiarle.
7) Confianza. Confía en tu equipo y en sus habilidades. Delega tareas y deja que asuma responsabilidades. Rétale de manera constante. Esto ayudará a crecer y a potenciar los talentos de las personas que forman parte de él, y eso, repercute en buenos resultados para todos.
Si lideras un equipo de trabajo, grupo de formación o una agrupación política como portavoz, desarrollar estas habilidades te ayudará a construir un liderazgo sano y modelable. Conseguirás que las personas que están a tu alrededor sean más productivas, se impliquen en el proyecto y sean felices. Así es como se hace equipo.
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